El dia que dejé de acreditar en Brasil.

Hola pinches pendejos! Soledad de mi persona? Pues bien, Palomon Chunchon vos escribe acá de nuevo, firme, fuerte e en riste, y siempre con una desculpa y estoria para contar. O que se pasa es que estoy en Brasil, mas non en Pedro Juan en la fronteira, y sin en giro...ora por allá, ora por acá. La verdad es que me voy hacer para Chorumelos la cobertura de la visita del Papa Bento XVI en Brasil logo más.

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Ahora que conosco um poquito mas la sociedad brasileña, puedo comenzar a hacer analises mas detalladas de acá, ya que no soy un brasileño nato. Una cosa es fato, la mujer y la grama do vizino puede ser siempre mejores, pero la descarga de su casa es siempre mas fuerte que a de otros lugares. Es esto lo sentimiento que tenia por Brasil...pero perdi la fé.

No, no estoy a falar de la violencia o de la murte de algun chico baleado o arrastado, mas si de la identidad brasileña. El dia en que perdi la fé en Brasil yo ainda era un niño y recuerdo me como se fuesse onten. Yo estava en una rede de supermercados famosa mundialmente (pelo menos acá es assi como en la fueto) y como todo ninõ pendejo latino americano perdi me de mi madre. Pus me a llorar como una puerca espiña que estas a parir, y luego una autoridad local veio ver o que se passava. Econtrada mi putanesca madre y solvida la situacion, quedamo nos a aguardar la buseta que passaria por alla. Y pasó.

Y que buseta, un busetasso. Una chica dos por dos, estilo "India" (aquella ex chacrete) , mucho peitcho e bunda qui...ah, que rica. Pues bien, las autoridades que me ayudaran, dos policiales, ainda estaban pierto, y cuando passó la chica...ellos a secaran como se fuera un Corinthians x Pirambu. Miraran la bunda de la chica ordinariamente. Yo, inocente ninõ, pensei: "Nuessa, los policiales estan a cobiçar la bunda de la chica!" Usted poderia hablar que son policiales mas tambien son hombres, que la carne es fraca, bla bla bla...el carajo!

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Dejé de acreditar y ter fé en Brasil en este dia. Los policiales que deberian ser exemplos alvos de lo respeito ya seriedad, miravan la bunda de alguien. Carajo. Donde haberiamos de parar? Quien deberia estar a proteger lo major patrimonio brasileño (la bunda), la cobiçava para usufruto proprio. Fue el fin de la picada....y el começo de mis picadas poraí. Desde enton, entendi la frase daquello primero aventurero escritor que aporto acá en 1500 e nadie para relatar lo descobrimiento desta tierra... "Bela bunda, Cabral!"

...e no me venga con chorumellos!