Vamos a la playa…
Puta madre, los chorumelianos me ordenaran a acompanar la visita del Papa en tierras canárias. Logo ahora que puedo sentir el pecado corriendo en las mi veías. Non, Non. Non puedo, cabron. Tienes piedad.
Yo use lo dinero que los pentejos mi mandaran para la santísima cobertura y fue a la playa en lo badalado litoral paulistano. La viaje de autobús desde Pedro Juan duro 4 días. Non existe necesidad de narrar las peripecias para conseguir cagar en lo baño de la bumba, las gordas que transpiran como porcas en lo parto que insisten en comer snacks salgaditos y los chicos que se revezan entre cagar, vomitar y llorar. A la altura de un puesto policiale en una tal de Rodovia dos Tamoios yo renuncie a todo eso y pedí a lo moto para me dejar en lo acostamiento. Con mi sexy appeal non seria difícil arrumar una carona con gatas de tetas rosadas. Tire la camisa y deje mi peito cabeludo hacer lo resto.
Algunas decenas de minutos mas tarde, uno Escort 87 con lo paragolpe suspenso por uno pedazo de alambre encostro con uno neumático picado. Salieran de dentro 6 hombres sien camisa e con mucho cabelo. Hablaran sobre un tal de reggae, que tenían un conjunto musical y que darían carona se los ayudase a cambiar lo neumático. Que maricones! Hombre que es hombre cambia neumáticos sien precisar ni miesmo de herramientas o luz. Bueno, los hermanos (los putos solamente me llamaban así) eran gente deciente y no solamente me ofrecerán carona como también dividirán conmigo la cerveza caliente de baja cualidad que es el camino mas curto para una diarrea mas rápida. El famoso coco-alcohol.
La viajen fue feita a lo son de filosofías baratas sobre libertad misturada a los sonidos de un toca-fitas de cabecote sujo que tocaba Bob-Marley. Los maconeiros me aseguraran que me dejarían en la mejor playa de una municipalidad llamada “Caraguatatuba” y yo non podía aguantar mas la fuafa dentro de lo Escort.
El nombre de la playa donde me dejaran parece importante: “Martin de Sá.” Por cierto, ese hombre es un Portuga que por mucho tiempo estaba a molestar las indias de tetas caídas dese lado del continente. Yo vengo de Bolivia, logo, exploro el continente por tras. Tenia tanta mujer gostosa perto de los quiosques que non hesite: Coloque mina sunga cavada blanca para dejar los contornos de mi mandiocón expuestos para toda mujer brasilena. Escuche mucho a respeto de la tara que las putitas brasileñas tiene a mirar un macho de peito cabeludo y sunga blanca tapando una erección.
Fique en pe casualmente descolado mirando ancas, mirando, mirando… enquanto mojaba el bico y disfrutaba de petiscos locales. Después de 18 capiriñas y 3 espejitos de camarón, vengo una gana fudida de obrar. No resta duvida que un macho como yo no se hendería a una fosa sanitaria de un quiosque. Además cagar en lo mar es siempre una experiencia ludo-atlética, como aprendí en lo revellon de 91, pos requiere elasticidad para tirar la sunga, cagar, evitar que la mierda tome alguna corriente marítima en la misma dirección que el autor del coco se encuentra y hacer cara de turista feliz para las gosotinas que están a se bañar.
Bueno, non tibe dificultad en los dos primeros pasos, pero, cabron, después yo protagonice un pésatelo. La mierda paso a me seguir! Para ondee yo nadaba los cocoles iam atrás, como que diciendo “nao nos abandone aquí, puto.” Por un instante esqueci de vestir la sunga y tentaba pelado mismo cortar el vinculo con todo aqueje sedimento intestinal acumulado, una tarea épica para alguien con la cuantidad de alcohol que yo tinga en mi cuerpo. Quando Tibet una pausa dessa perseguicon intestinal-marinha, tratei de vestir lá sunga novamente. No podía volver a la arena sien sunga, pos la agua estaba muy fría, usted me comprende, si?
Fue cuando la naturaza conspiro contra Palomon. Los cocos apareceram novamente como tubarões brancos disfarçados! Na pressa de sair nadando enquanto vestia lá sunga enrosquei mi perna direita em lá vestimenta y fui tragado por uma onda enorme.
Cabron, solamente mi recordó de abrir mis ojos en la arena, cercado por varias personas que estaban a rir e un salva-vidas hablando en mi olvido “yo puedo hacer mucho mas por usted que respiración boca a boca. Pinche! Y así yo percibí que no apenas fui asediado, mas había perdido mi sunga en lo ahogamiento y ahora me encontraba con mi salchichón expuesto a todos y mi bunda blanca en contacto directo con la arena.
Praga católica es una mierda. Hojee mismo voy pasar a seguir su santidad. Y para no diceren que no pegue ninguém, confiera la foto de mi namoradinha en lo litoral. Putaria de las buenas.
...y no me venga com chorumielos!
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